En nuestro caso tiene nombre: hiperinsulinismo congénito (HI).
Sin embargo, muchas familias ni siquiera pueden poner un nombre a su locura.
Nuevas realidades que llegan a nuestras vidas y lo cambian todo.
Y, cuando superas el caos inicial, te das cuenta de que el dolor te impulsa a ser mejor persona…
A trascender tus propios miedos…
Conoces a personas increíbles que alcanzan límites insospechados en sus propias luchas…
También descubres que estamos rodeados de personas maravillosas, algunas incluso hacen suya tu propia lucha.
En mi vida esas personas tienen muchos nombres, pero Ara y Marcos brillan con luz propia.
M’encanta aquesta visió tan positiva que li voleu donar a les families.