GLUCAGON PARA EMERGENCIAS

Imagen: http://www.glucagenhypokit.com/

Una hipoglucemia grave es una situación de emergencia que requiere una actuación inmediata.

Por eso el uso del glucagón inyectable para las hipoglucemias severas es una de esas cosas que debería saber toda persona que convive con los bajones de azúcar.

¿CUÁNDO LO DEBO UTILIZAR?

No se trata de una cifra en mg/dl o mmol/L que te grite «¡Ahora!», sino que depende de dos casuísticas distintas: los síntomas y cómo de bajo es el nivel de azúcar. Es decir:

  • Debes usarlo si la persona está inconsciente, convulsiona o tiene dificultades para tragar como consecuencia de la bajada de azúcar. Recuerda que en esas circunstancias, jamás debes darle alimentos o líquidos porque podría atragantarse y estos podrían ir a los pulmones, lo que provocaría una situación de emergencia aún mayor.
  • También sería recomendable si el nivel de azúcar en sangre es alarmantemente bajo. Por ejemplo: si yo viera un 24 mg/dl (1,33 mmo/L), no me lo pensaría. La hipoglucemia puede seguir empeorando mientras se corrige, así que ¡no te la juegues!
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Recordad: si la persona está inconsciente, convulsiona o tiene dificultades para tragar como consecuencia de una hipoglucemia, jamás intentéis darle alimentos o líquidos. Podría atragantarse y estos podrían ir a los pulmones, lo que provocaría una situación de emergencia aún mayor.

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¿CÓMO SE ADMINISTRA?

El glucagón puede provocar náuseas y vómitos. Es importante colocar a la persona de lado antes de aplicar la inyección para evitar que se ahogue si se producen.

  1. Verifica la fecha de caducidad del kit de emergencia de glucagón. No lo utilices caducado.
  2. Limpia tus manos.
  3. Abre el estuche del kit. Verás que contiene una jeringa llena de líquido, un frasco con polvo o una tableta y las instrucciones de uso.
  4. Revisa el frasco para comprobar que no hay puntos oscuros. Si ves alguno, no lo utilices. Ve a por otro frasco (si lo tienes) o, en caso contrario, llama inmediatamente a los servicios de emergencia.
  5. Quita el cierre hermético del bote. A continuación, quita la tapa de la aguja de la jeringa e inyecta todo el líquido de la misma dentro del frasco del glucagón. Debería empezar a disolverse.
  6. Saca la jeringa del frasco y ponla a un lado… ¡sin olvidar mantenerla estéril!
  7. Agita suavemente el vial que contiene la mezcla hasta que acabe de disolverse.
  8. Toma la jeringa e inserta la aguja en el vial. Coloca el frasco boca abajo y extrae la cantidad adecuada de glucagón. En la jeringa tienes impresas las cantidades.
  9. Selecciona el área de inyección y limpia la superficie de la piel. Es recomendable escoger una zona amplia y carnosa, como los muslos o las nalgas, aunque también sirven el brazo o el estómago. (Consejo de limpieza: utiliza alcohol).
  10. Inserta la aguja en la piel en un ángulo de 90º. Después inyecta el glucagón líquido e intenta mantener a la persona lo más sujeta posible mientras lo haces. Lo ideal es suministrarlo tan rápido como podamos, sobre todo si la persona está convulsionando o se mueve mucho.
  11. Cuando hayas vaciado todo el líquido, retira y desecha (de manera segura) la jeringa usada.
Imagen: mcs.open.ac.uk

(*) Las cantidades por peso/edad están especificadas en las instrucciones de uso de los kits de emergencia. 

A modo meramente informativo, las cantidades que indica nuestro kit son:

  • Adultos, niños mayores de 8 años o que pesen 25 kg o más: – 1 mg (todo el bote: está marcado como « en la jeringa).
  • Niños menores de 8 años o con un peso inferior a 25 kilos – 0,5 mg (medio bote: está marcado como «0,5» en la jeringa).

En el caso de los niños, hay algunos expertos que recomiendan empezar administrando 0,5 ml y, en caso de necesidad, inyectar el resto pasados unos 20 minutos desde la primera dosis. Podría ser que este método minimizase el efecto rebote que suele provocar el uso de glucagón.

De todos modos no te preocupes si te pasas un poco de la mitad, porque el glucagón no tiene peligro de sobredosis y lo importante es aplicarlo.

Recuerda que si tienes dudas sobre el tratamiento a seguir lo mejor es consultar con el personal sanitario debidamente cualificado.

¿QUÉ MÁS HACES DESPUÉS DE LA INYECCIÓN?

No esperes a ver si la persona responde a la inyección: eso puede tardar hasta 20 minutos.

En su lugar, llama inmediatamente a los servicios de emergencia o lleva a la persona al hospital más cercano para que sea examinada por personal sanitario debidamente cualificado.

Mientras es atendida, sería recomendable que alguien que haya estado presente durante las convulsiones se quede. Puede ser útil que los sanitarios sepan cuándo y cómo empezaron, además de cómo eran sus movimientos.

El tratamiento en el hospital no siempre es necesario, ya que el comportamiento ante una bajada de azúcar varía mucho de una persona a otra ¡incluso en la misma persona dependiendo del día!

Incluso si el glucagón funciona y la persona es examinada por un médico, deberías contactar con vuestro centro sanitario de referencia. Un episodio de hipoglucemia podría significar una necesidad de ajuste de la medicación, de las pautas de alimentación, etcétera

Esto es especialmente relevante si convives con una enfermedad minoritaria que causa hipoglucemias (como el hiperinsulinismo congénito), ya que no hay muchos centros sanitarios con experiencia.

Sigue vigilando mientras llega la ayuda y mantén la calma.

Aunque el glucagón es de acción rápida, suele tardar un mínimo de entre 10 y 15 minutos en empezar a surtir efecto.

Si pasados 20 minutos no han llegado los servicios de emergencia y la persona no ha mejorado, debería recibir una segunda dosis.

Cuando se recupere y pueda tragar, sería bueno que consumiera hidratos de carbono de absorción lenta, siempre y cuando no tenga náuseas.

Si es el caso, es mejor esperar hasta que se le pasen. Una buena opción después puede ser darle algo líquido como un zumo y, si no vomita, consumir entonces los hidratos de carbono de absorción lenta.

Nadie quiere cruzarse con una enfermedad en su vida, y mucho menos si se trata de la de un hijo. Sin embargo, hay veces en las que las tormentas dan paso a días radiantes.

Esta es la historia de nuestro propio camino hacia la felicidad.

¿Y DESPUÉS?

  1. Si ha quedado líquido en el frasco porque solo has usado la mitad, puede almacenarse en la nevera hasta 24 horas, ¡pero no más! Aún y así, recomendamos seguir las instrucciones del fabricante y desechar lo que sobre. Lo que no utilices en esas horas, debes desecharlo de manera adecuada.

  2. Dado que el glucagón suele provocar un efecto rebote después de su aplicación, sería conveniente que controlases con frecuencia los niveles de glucosa a lo largo de ese día.

  3. Cuando estés en «modo zen», recuerda reponer el o los kits de glucagón que hayas utilizado. Recuerda que es el medicamento de emergencia para las hipoglucemias severas y siempre, siempre, debemos estar preparados.

¿TIENE EFECTOS SECUNDARIOS?

El glucagón tiene algunos efectos secundarios menos serios como rubor facial o náuseas o vómitos, por eso es importante asegurarse de poner a la persona de lado antes de inyectárselo.

También puede provocar otros más graves, como sarpullidos en la piel, problemas respiratorios o desmayos. Si aparece cualquiera de estos, debes llamar inmediatamente al médico

¿CUÁNDO NO DEBE USARSE EL GLUCAGÓN?

A menos que personal sanitario cualificado te indique lo contrario, una persona no debería usar glucagón si está en alguna de estas situaciones: alergia al mismo, embarazo, lactancia, tumores en la glándula adrenal o en el páncreas.

¿CÓMO ALMACENARLO?

Los kits de glucagón deben guardarse donde todos los miembros de la familia puedan encontrarlos. Recuerda que es importante que siempre haya alguien que sepa administrarlo (familiar, amigo, compañero, etcétera).

Respecto a la temperatura de almacenamiento, depende del laboratorio que los fabrique. Unos recomiendan guardarlos a temperatura ambiente y otros en nevera (entre 2 y 8 ºC) o fuera de ella por debajo de 25 ºC.

Lo que sí debe hacerse siempre es conservarse en el envase original y protegido de la luz directa.

Si tienes cualquier duda sobre el uso, interacciones o almacenamiento de tu kit de emergencia te recomendamos contactar con el laboratorio que lo fabrica.

La Otra Cara de la Insulina os recuerda que no somos médicos.
Si tienes cualquier duda sobre el tratamiento a seguir,
consulta con profesionales sanitarios cualificados.