
LAVAR BIEN LAS MANOS
Hay que lavarse muy bien las manos antes de realizar un control capilar. Los restos de comida, como los de fruta, pueden alterar en gran parte las mediciones, por lo que nos podríamos equivocar muchísimo en el tratamiento a seguir. Está demostrado que lo más eficaz es el agua con jabón, pero si por lo que sea no es posible, hay quien recomienda alcohol o gel desinfectante. En los casos en los que no tenemos agua y jabón, es aconsejable desechar la primera gota de sangre, para que arrastre los restos de suciedad o de alimentos que interfieran en una medición precisa.
SECAR BIEN LAS MANOS
Antes de hacer la medición, hay que asegurarse de secar bien la zona. El exceso de agua o de alcohol puede diluir la muestra de sangre, lo que se traduciría en valores por debajo de lo real.

HACER LA PRUEBA EN EL DEDO
Algunos medidores admiten la toma de muestras en otras zonas menos sensibles al dolor que los dedos de las manos, como el antebrazo o la palma de la mano. Sin embargo, estos puntos pueden no reflejar los valores reales de glucosa, porque la circulación de la sangre hasta el resto del brazo tarda más que hasta las yemas de los dedos. Esto es especialmente relevante en situaciones en las que los niveles de glucosa en sangre están cambiando con rapidez, tanto subiendo (después de una comida), como bajando (cuando la insulina está llegando a su nivel máximo). Por ello, tanto en el caso de bajadas como en el de pacientes en los que no se detectan los síntomas de hipoglucemia, es determinante realizar los controles en el dedo.

NO APRETAR EL DEDO
Para controlar la glucosa con un medidor capilar es imprescindible obtener una cantidad suficiente de sangre. Si en la tira no la hay, el medidor no mostrará ningún resultado. No obstante, apretar el dedo no es recomendable, ya que hay ocasiones en las que sale un poco más de líquido intersticial (es la sustancia que hay inmediatamente debajo de la piel) y eso puede afectar a la muestra de sangre.
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MANTENER LOS MATERIALES AL DÍA Y CONSERVARLOS BIEN
Cuando dependemos de una «maquinita» para tomar decisiones importantes sobre nuestra salud, hay que asegurarse de que los materiales cumplen con su función. En general, es importante protegerlos de factores climáticos como la humedad, el calor o el frío (dejar tu kit de glucemias en el coche y al sol, por ejemplo, no es la mejor de las ideas). En este sentido, las tiras reactivas no son una excepción. Para evitar mediciones incorrectas, es necesario guardarlas en su recipiente (no llevarlas sueltas en el bolsillo o por el estuche) y desecharlas una vez caduquen.

REALIZAR PERIÓDICAMENTE
PRUEBAS DE CONTROL DE CALIDAD
Quizás no lo sepas, pero existen soluciones de control para determinar si los medidores de glucosa están funcionando. Son mezclas acuosas de glucosa diseñadas para controlar la precisión del glucómetro y de las tiras reactivas. Puedes comprarlas en la farmacia o en internet; lo importante es que sea la solución de tu modelo y, por supuesto, que el frasco no esté caducado. Su uso es fácil: se aplica una gota de solución en la tira y se hace un control estándar de glucosa. En los botes de tiras de pruebas o de la solución de control encontrarás indicados los valores aceptables de glucosa. Si tu medidor no está funcionando como debería, puedes ponerte en contacto con el fabricante. Normalmente te mandará uno nuevo y se llevará el que no funciona.
LEER DETENIDAMENTE LA INFORMACIÓN
SOBRE EL USO DEL GLUCÓMETRO
Cada fabricante facilita información relativa a las limitaciones de sus tiras reactivas (medicamentos que pueden interferir, rango de temperatura, etc.). Algunos medidores de glucosa requieren la entrada de un código o un chip con cada nuevo frasco de tiras. Si tu glucómetro es de esos y te da la impresión de que los resultados son erróneos, asegúrate de que el código o el chip sean los del bote que estás utilizando.
Dada la importancia que tiene en la elección de las pautas a seguir el número que vemos reflejado en el glucómetro, sería recomendable consultar con personal sanitario cualificado si tu condición de salud o el tratamiento farmacológico que recibes, puede obstaculizar la exactitud de las lecturas.
UN PAR DE CONSEJOS FINALES

SI TE PARECE RARO, COMPRUEBA DE NUEVO.
Si la lectura que ves en el glucómetro te parece extraña para las circunstancias, ya sea por alta o por baja, antes de tomar una decisión párate un segundo para volver a comprobar el azúcar en sangre. Recuerda que para ello sería recomendable seguir todas las pautas anteriores.
SI LAS MANOS ESTÁN FRÍAS,
CALIÉNTALAS ANTES DE REALIZAR LA GLUCEMIA
El frío causa vasoconstricción en los capilares; es decir, se contraen y el riego sanguíneo disminuye. Eso puede hacer que la lectura de la glucemia no sea correcta y te toque repetirla. Por eso, lavarte las manos con agua templada o caliente antes de la prueba te ayudará a que la temperatura sea adecuada y a que sea más fácil sacar sangre sin necesidad de apretar.
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La Otra Cara de la Insulina os recuerda que no somos médicos.
Si tienes cualquier duda sobre el tratamiento a seguir,
consulta con profesionales sanitarios cualificados.